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sábado, 25 de enero de 2014

VER Y CALLAR


D


Deberías hacer lo mismo que yo. Ver y callar. Siempre callar. Que no sepan lo que piensas, lo que sientes, hasta que se te haga una bola en el estómago. –¿ y qué hago con esa bola?. La escupes en forma de tormenta. – ¿ y cómo se escupen las bolas llenas de palabras ?. Eso lo sabrás hacer cuando llegue el momento. Algunos matan, otros odian toda la vida. Otros corren hasta que se vacían completamente. Algunos se acuestan a dormir y se mueren. Otros se van a Canadá a cazar osos, van tras su rastro por la nieve esperando que en algún momento se vuelva roja. Entonces se desinflan de todas esas palabras acumuladas. Otros, como yo, las escriben. Así no tengo que matar, ni que odiar ni que viajar a Canadá.- ¿ y.. si dejo de pensar ? ¿ no tendré palabras que se me hagan bola? – Si dejas de pensar serás feliz.
Lourdes Abuide

sábado, 18 de enero de 2014

LA ULTIMA FOTOGRAFIA



"Ladrón de Almas" sería su última exposición fotográfica. El público contemplaba atónito los cuerpos sin vida de aquel grupo humano descubierto recientemente en una aldea lejana. Estos no presentaban signos de violencia alguna, tan solo, sus ojos azorados y desorbitados; sus bocas abiertas reflejaban la violencia perpetrada por el disparo de la cámara.







sábado, 11 de enero de 2014

LA INMORTALIDAD DEL CANGREJO





Hasta no hace poco el cangrejo era inmortal, pero desde que comenzó a "caminar de frente", "por la derecha" y en linea recta, empezó a morir.

Moraleja: Si quieres ser inmortal; ladea.

sábado, 4 de enero de 2014

LA FE Y LAS MONTAñAS





Al principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios. Pero cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía. La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe, y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio.

Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de Fe.

Augusto Monterroso